Mientras el sistema financiero internacional parece derrumbarse…estas son historias para saber que siempre otra realidad es posible y que solo depende de una decisión…

La historia de Mohammed Yunus

Es fácil sentirte tan agobiado por un problema que te paralice e impida hacer nada. Imagina cómo debió haberse sentido Mohammed Yunus mientras deambulaba por las calles de Bangladesh a mitad de los años setenta rodeado de una apabullante pobreza y hambre. Pero no se resignó a quedarse de brazos cruzados, sino que hizo algo que sabía que al menos ayudaría algunos: prestó a varias personas muy pobres una pequeña suma de dinero, que a su vez la emplearon en comprar material para iniciar una modesta industria artesanal y más tarde le devolvieron el préstamo.
Lo que había empezado como un sentimiento de frustración acabó siendo el Banco Grameen, que a mitad de los años noventa había concedido unos dos millones de “micro-préstamos”, y no sólo se ha convertido en una fuente de orgullo y esperanza para millones de habitantes de Bangladesh, sino que ha creado un movimiento mundial de micro-préstamos que está haciendo que se vuelvan a redactar muchas de las antiguas y serias ideas sobre el crecimiento bancario y económico. Lo irónico del caso es que después del fracaso de los ahorros y préstamos ocurrido en Estados Unidos, y el escándalo bancario que desencadenó que la economía asiática empeorase, los banqueros profesionales del mundo, los que se burlaron de la idea de prestar dinero a gente pobre, utilizaran unos juicios tan pobres en cuanto a los préstamos, mientras que al Banco Grameen, que presta dinero a los más pobres del mundo, le devuelven un 98 por ciento de los préstamos.
Gracias a los esfuerzos del Banco Grameen, los economistas están descubriendo que los micro-préstamos son sumamente eficaces para construir una economía regional sólida y autosuficiente. Es regresar a lo que en un principio se suponía que los bancos debían hacer: reunir un fondo común para la riqueza de la comunidad, para que las personas necesitadas puedan recuperarse con él.
La historia de Mohammed Yunus demuestra cómo una pequeñísima acción, hecha de todo corazón, puede crecer con el paso del tiempo en una oleada de cambio positivo. Yunus nos recuerda que nuestras acciones, por muy pequeñas e infructuosas que parezcan, pueden llegar a tener poderosas consecuencias.

¿y si estamos ante una gran oportunidad?

10 comentarios:

Daledalì dijo...

Ahora tenemos el Denomidao Efecto Jazz
pero bien que:En los 90` vvimos la mentira del 1 a 1
y tuvimos el efecto Tequila, el efecto Vodka, Malasia, el efecto Caipirinha y en el final el efecto Tango, todas bocas secundarias del gran volcan que fueron aflojando presiones pero que no alcanzaron para nada.

Dònde jugaràn los niños??
ya no hay lugar...

Gustavomdq dijo...

Que buen ejemplo el de Mohammed Yunus¡¡que bueno sería que lo comenzaran a seguir los bancos,las grandes corporaciones y los gobiernos.

Talleyrand dijo...

Ah!...que tierna historia de moraleja sana e higienicamente humanista...pero, que pasaria si te agarrase con tus no pocos ahorros en titulos de Merryl Lynch?; mmm, menos Yunnus y mas Schacht; Sera tambien el capitalismo un exelente guion con una pesima puesta en escena?

Anónimo dijo...

No me imagino para nada como serìa el mundo sin bolsa hasta esta semana (era como una fantasìa )esperando el resultado final.
como serìa todo si no existiera sin "la publicidad "que te tienta y por eso sucede que: queres tener banco ,tarjetas,
que ternamente te vaya bien.

Anónimo dijo...

gi!acababa de venir de viaje y parecìa todo normal hoy, me angustia!del mensaje de arriba me es verda!del querer tener y no poder pensar que es xque.estabamos en 1 competencia que no se aguanta.
estudiè publicidad al mango y si! a veces son culpables
los afiches o slogans como:
"Alcanzà lo que querès",(Galicia)
"Estamos re orgullosos"(Itaù
Disfrutà la vida hoy" (bfrances)
"hecho para vos"(bapro)
Y remataste con:
http://www.orgullosos.com.ar/

Serìa algo como::(Sino no existìs!)
looser

Gizela dijo...

Hermosa historia y más aun el ejemplo de vida, de este gran hombre.
Un abrazo
Gizz

UMA dijo...

No sòlo buena voluntad, un gran corazòn y un ejemplo, casi parece un cuento en este mundillo tan absurdo en el que vivimos, Gisela.
Causa-efecto en su màs alto grado.
Un placer leer la historia, y valorarla.
Un abrazo.

Claude dijo...

Creo que le dieron el Premio Nobel de la Paz hace pocos años. Hay algo a destacar: sus préstamos son muy estrictos en cuanto a su destino, tienen que ser invertidos en un emprendimiento económico. Es decir que, por un lado, el banco de Yunus le presta algo de dinero a gente a la que nadie le prestaría, pero, por otro lado, la condición es que el dinero sea bien utilizado para producir un rédito económico. El porcentaje de devolución es conmovedor porque, según tengo entendido, es voluntario, sin garantías ni coerción.

gisela marziotta dijo...

gracias a todos por sus comentarios, inteligentes, reflexivos, gracias por valorar el texto, gracias por sumarse al debate.

Juan! dijo...

Aunque tal vez un poco tarde...

gracias.